jueves, 29 de diciembre de 2011

El truco de los ''valientes'' es no decir nunca que tienen miedo.


Así voy por la vida, con mi perfil de chica dura. Aparentando que nada me asusta, que soy capaz de hacer todo lo que quiera. 
Si algo he aprendido acerca de la vida es que las apariencias engañan. Que sí, que muy bien, las pelis de miedo nunca me han dado miedo, al contrario; soy esa a la que cojen del brazo en las peores escenas. Que vale que sea la primera en ir a ver que pasa cuando se escucha un ruido extraño. Que me encantan las alturas y el peligro no me importa. ¿Pero acaso es eso ser valiente? 
Y es que tal vez justo esto sea ser cobarde, negar que tengo miedo. Todos tenemos miedo, yo también. 
Y a veces, mi perfil de chica dura se desvanece y me siento indefensa. Indefensa por no saber como enfrentar ese miedo, mi miedo. 
Mi miedo es desaprovechar el tiempo. Resulta irónico tener miedo a algo que tú mismo puedes evitar, pero a veces no es tan fácil. Tengo miedo de dejar las cosas para mañana y que mañana ya no pueda hacerlas. Siempre me pasa lo mismo. 
Tengo miedo de hacerme mayor y arrepentirme de un millón de cosas de las que sé que me voy a arrepentir. 
Miedo de desaprovechar. Y ya no quizás tanto el tiempo, sino lo que hago con ese tiempo. A menudo lo malgasto en planear cosas que nunca hago por miedo. Al rechazo, al dolor, no sé. 
Miedo de desaprovechar, sobre todo; esa capacidad que tenemos los seres humanos de dar cariño. Porque a veces no solo basta con querer, también hay que demostrarlo.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Y es que el mayor privilegio es ese, ser tú mismo:)

Hoy el sol ha aparecido para cegarle la vista. ¿Sabeis? Le tiene envidia. Tiene los ojos tan bonitos que si le dejase abrirlos, perdería todo su protagonismo, es comprensible.
Luego está su sonrisa, esa que le hace cerrar los ojitos. Vale la pena perderse ver ese azul perfecto por unos segundos si es porque esté feliz. No es una sonrisa cualquiera, es la suya.
Esa que cuando de verdad luce, se ve desde lejos y hace sentir bien. Y que cuando falta, se te queda ese extraño vacío en el cuerpo durante todo el día.
A decir verdad, tiene una cara de lo más expresiva. Tal vez ella no se de cuenta pero solo por como mira ya sé cuando le pasa algo y cuando es la niña más feliz del mundo.
Aunque quizás el rasgo que más me guste sean esos hoyitos que se le hacen en los cachetes cuando está contenta.
Cuando esos hoyitos aparecen, siempre son sonrisas sinceras, es como una señal.
El hecho de verlos me avisa de que puedo ser feliz en ese instante, por la simple razón de que quién más me importa también lo es.
En cuanto a personalidad, no le faltan cualidades.
Puede que sea una persona difícil de conocer al completo.
Que tenga sus días tontos, esos en los que no tienes ni idea de que le pasa, pero no está como siempre.
Puede también que se preocupe demasiado por todo y que necesite tenerlo todo controlado para no rayarse.
Tal vez sea demasiado negativa algunas veces y puede que otras, le puedan los celos. Puede que no confíe en si misma y que no sepa valorarse.
Pero esto no es nada, no son defectos, solo imperfecciones.
En cuanto a las cosas buenas que tiene, son muchas y estoy segura de que aún no las he descubierto todas. Porque esa es una de sus cosas buenas, que sabe sorprender.
Es una chica inteligente y no precisamente porque saque buenas notas, que también. Sino porque sabe como actuar en cada momento, piensa las cosas mil y una veces y reflexiona sobre los daños colaterales que pueden causar sus acciones.
Mira mucho por lo demás y poco por sí misma. Sé que le duele más el dolor ajeno que el suyo propio.
Sé que los sentimientos le pueden y que muchas veces ésto hace que no sepa elegir entre lo que quiere y lo que puede ser mejor para ella.
Sé que cuando dice que quiere a alguien, es porque le quiere de verdad. Que mueve cielo y tierra por la gente que le importa y que es capaz de sacrificar su sonrisa por la de otro, y lo sé porque por mi lo ha hecho.
Sé que es muy cariñosa y que nunca le negaría un abrazo a alguien que lo necesitara. Y que también necesita que le devuelvan ese cariño. Yo por ejemplo nunca he sabido devolverselo como se merece y creo que nunca sabré. Pero lo intento, eso sí, a mi manera. Y espero que para ella sea suficiente.
Una de sus mayores cualidades es que es sincera. Esto a veces gusta más y otras menos. Pero en cualquiera de los casos, es algo bueno. Hace falta mucha gente así en el mundo; porque las verdades duelen pero no matan y las mentiras duelen y nunca sanan.
Sé que tiene muchísimo carácter y que..mejor no llevarle la contraria jaja.
Sé también que tiene manías raras, pero al fin y al cabo esas manías la hacen especial.
Una de las cosas de las que me he ido dando cuenta a lo largo de irla conociendo es que ha sufrido mucho y muchas veces.
Que cada dolor, por pequeñito que haya sido, ha dejado marcas en su corazón. Y no me cansaré de pedir perdón porque sé que algunos de esos dolores los he causado yo.
Sé que ese corazón se ha roto muchas veces, pero también sé que ese corazón es grandísimo. Y que por eso, siempre ha sabido perdonar y dar segundas oportunidades,aunque luego se sintiese una idiota. Pero no es idiota, es buena.
Sé que sigue teniendo cicatrices sin cerrar y que volverán a romperle el corazón. Y aunque quiera evitarlo con todas mis fuerzas, volverá a sufrir y a llorar. Y lo poco que podré hacer será prestarle mi hombro, aunque sea poca cosa.
Sé que tiene a muchísimas personas a su lado, y que todas ellas al igual que yo, estan dispuestas a ayudarle a curarse esas heridas.
Y quiero que se entere de que no hay nada que no sería capaz de hacer porque ella fuese feliz.
Puede que yo sea la niña menos cariñosa del planeta, pero le voy a dar todos los abrazos que necesite.
Bueno, tal vez nunca le haya dicho directamente todo lo que realmente pienso de ella, pero supongo que lo sabrá ya.
En cualquier caso, me gustaría tener el valor de decirle lo mucho que la quiero. Siempre he estado esperando un buen momento, pero me he dado cuenta de que cualquier momento es bueno para eso. Así que, supongo que para terminar con esta cosa tan larga que te escrito, porque es la única cosa que quiero terminar contigo, TE QUIERO MONGOLA:3

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Hay gente que te querrá por como eres y gente que te odiará por la misma razón.


Ya sé que no soy perfecta. Es más, ni siquiera pretendo serlo. 
Tengo mil defectos, cien manías y he cometido un millón de errores. Pero lo más importante, soy yo misma. 
Soy cabezota, si algo se me mete entre ceja y ceja no hay quien me lo saque. 
Soy de las que piensan que lo malo también hay que decirlo, pero después no soporto las críticas. 
No es que no valore lo que tengo hasta que lo pierdo, sinceramente, lo que pasa es que  nunca me hago a la idea de perder lo que quiero. 
Si puedo evitarlo, no lloro delante de nadie porque me da miedo parecer débil, aparte de que me cuesta muchísimo. 
Sí, siempre me gustó mas jugar al fútbol que a las muñecas. Admito que nunca he sabido escribir derecho.Y no puedo estar en una silla con la espalda recta ni dormir sin calcetines. 
Tengo las manías mas tontas del mundo. Como esa de tocar fixo con los dedos para relajarme. O esa otra de dormir con colcha incluso en verano. 
O la de arrancar las hojas de los árboles cuando no se que decir o algo me preocupa, o  de rascarme el brazo cuando estoy nerviosa. O la más común de todas, morderme las uñas. 
Sí, lo admito. Soy la persona más tímida que se puede conocer. Es más fácil que un elefante vuele a que yo sea cariñosa. Pero también es verdad que se me nota cuando quiero
 a alguien. 
Ya, nunca saludo a nadie por las mañanas. Para mí los abrazos se guardan para navidad. 
Mis gustos son los más raros que hayas oído nunca. Odio el jamón, las hamburguesas y los refrescos. Vivo a base de filete de pollo y zumo de melocotón. 
Si no salgo sonriendo en una foto, no te rayes, esa no soy yo. Primero sonrío y luego existo, esa es mi frase. 
Siempre doy sin esperar nada a cambio.Aunque no voy a negar me encanta recibir. Mi problema está en que espero mucho de todo el mundo. Ahora he aprendido que ese es mi fallo y que es mejor estar sorprendido que decepcionado.
Siento más que pienso. A veces dirás que soy tonta,demasiado buena. 
Tengo la odiosa costumbre de dar las gracias por todo.
Los que no me conocen dirán que soy una insensible, que nada me afecta. Pero la procesión va por dentro, y soy sensible,a mi manera. Puedo parecer una persona autónoma, pero soy todo lo contrario y necesito mucho a la gente que me importa para seguir adelante.
Suelo autoculparme por todo. No me permito equivocarme, me enfado conmigo misma. Pero al fin y al cabo, esos fallos me han hecho ser mejor persona. 
Habré caído cien mil veces con la misma piedra, y mañana volveré a hacerlo. Por muchas veces que me hagan daño, siempre doy segundas, o quizás terceras, cuartas y quintas oportunidades. 
Lucho a muerte por lo que quiero. Pocas veces me rindo. 
Doy mi sonrisa por el de al lado si es preciso. Me duele más el dolor ajeno que el mío propio. Siempre intento ayudar, aunque a veces sería mejor no meterme en todo.
Los recuerdos son lo único que pueden conmigo. 
No hay nada que me agrade más que conseguir encontrar la solución del problema más complicado de mates. Sí, soy rara. Me gustan los números. Pero el hecho de meterme en un problema de lleno me hace olvidarme de los que yo tengo y centrarme por un rato en averiguar el valor de una simple x. 
Soy algo celosa, impaciente,vaga, demasiado confiada. Puedo ser extremista, o todo o nada.
Pienso mucho en el que dirán. Bastante reservada y puedo parecer seria. 
Y lo más importante de todo, soy Pilar. 
Una vez alguien dijo que no hay precio demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo, y ¿ sabéis que? QUE TENÍA RAZÓN.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Me encontré con la felicidad al doblar la esquina :)!


Dicen que el mundo es espectacular cada vez que eres capaz de verlo de esta forma. Que sólo tienes que buscar una chispa que encienda esa sensación de satisfacción, de sentirse realizado. 
Dicen que lo mejor de la vida está en las cosas más pequeñas, en los detalles que más pasamos por alto. 
A veces necesitamos tan solo un poco de tiempo para darnos cuenta de que esas cosas pequeñas que un día ni siquiera nos paramos a mirar , son lo más grande que tenemos ahora. 
A veces buscar estas cosas es difícil. Y es que ahí está el fallo, en buscar. No hay que buscar nada, simplemente si tienes suerte, estarás en el lugar adecuado en el momento indicado para que te encuentre. Y una vez te encuentra, lo demás es fácil. 
Es muy fácil ver lo fántastico que es el mundo cuando alguien te hace sentir genial todo el tiempo. 
Cuando lo único que necesitas para ser feliz es hablar un ratito con esa persona. Es fácil cuando ese alguien te mira y te sale la sonrisa tonta. O cuando lo ves sonreír de lejos y ya eres feliz para el resto del día. 
Es fácil cuando lo tienes al lado y te sientes afortunada, la más afortunada. Y aunque sabes que miles de personas se sienten en ese instante igual que tú, te crees única. 
Cuando por muy mal que puedas llegar a estar, ésta persona consigue que las cosas sean un poco menos feas. 
Cuando tienes la suerte de querer a alguien que te quiere. 
Ahí ya sí, ahí tienes la chispa. Esa chispa que enciende la sensación de estar en sintonía con el mundo, de que nada puede salir mal. 
Y una vez tienes la chispa, sólo queda poner tus manos alrededor y no dejar que pase la más mínima ráfaga de aire.
Porque sin esa chispa; el mundo, al menos para tí, dejaría de ser tan espectacular como dicen. 

domingo, 27 de noviembre de 2011

Interminables

Las escaleras...qué curiosa construcción. Cuántas veces las veremos en nuestra vida diaria. Cuántas veces nos quejaremos de ellas a lo largo del día y cuántas otras las subiremos y bajaremos de forma automática, sin ni siquiera darnos cuenta.
Si se indaga un poco más en el tema, uno se da cuenta de que las utilizamos de referencia a la hora de hablar de muchos temas. Sobre todo cuando hablamos de retos, de metas, de sueños.
Utilizamos la frase de: ''subiendo peldaño a peldaño llegamos a donde queremos. ''
Seamos realistas, hay que tener en cuenta muchos factores a la hora de subir peldaño a peldaño.
Por ejemplo, no es lo mismo subirlo con dos bolsas de la compra que con un armario empotrado a cuestas.
También la pendiente de la escalera. Asumámoslo, acojona más cuando tiene tanta pendiente que no logras alcanzar con la vista el final.
Habría que tener además en cuenta las ganas de subir escaleras que tengas ese día, que a su vez podría depender de la hora en que se produjese.
Y ni decir queda que otro factor importante sería la autocapacidad de cada persona. Obviamente no es lo mismo para un bebé que para un anciano que para un chaval en plena flor de la vida. Ni tampoco para aquel que tiene problemas en las piernas y el que no.
Pero si olvidamos todos estos factores, hay uno que los sobrepasa a todos por encima con diferencia.
Y ese factor no podría ser otro que la persona que te espera arriba del todo.
Muchas veces, dependiendo de qué persona estemos hablando, olvidamos todas las cosas anteriores.
Porque la única verdad que tienen las escaleras es que
son interminables cuando nadie te espera al final.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Siempre es buen momento para decir te quiero.

Hoy es uno de esos días en los que no confías en ti, ni tan siquiera para escribir.
Lo poco que haces es achacarte cosas, buscarte los fallos y repetirte cuáles son tus mayores defectos.
Enfadarte contigo misma por no hacer cosas que quieres hacer y odiarte por no decir las cosas que quieres decir cuando tienes que decirlas.
De repente, te das cuenta de que...llevas toda tu vida haciendo lo mismo. Arrepintiéndote de cosas , odiándote por no ser capaz, prometiéndote a ti misma año tras año que vas a cambiar en ese aspecto, aunque después nunca lo consigas.
Por un momento te paras a pensar en el porqué no lo consigues. Y llegas a una conclusión: No lo haces porque crees que no puedes hacerlo.
Confías demasiado en el tiempo y muy poco en ti.
Piensas que para qué hacer las cosas hoy pudiéndolas hacer en otro momento, pero no es así.
Si de verdad estas harta de achacarte cosas, buscarte fallos y repetirte tus defectos, de odiarte y sobre todo de arrepentirte por no hacer cosas. Entonces empieza a confiar hoy en ti y demuéstrale al mundo de lo que eres capaz, antes de que sea demasiado tarde.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Aprender a aprender.

Todos tenemos algo en común. Nadie se libra del dolor.
La vida no entiende de favoritos, y tarde o temprano a todos nos toca sufrir.
De todos esos, unos pocos tenemos la suerte de poseer una defensa. Un escudo, nuestra coraza.
Hemos de sentirnos afortunados por tener a alguien que se preocupa por nosotros en cada mínimo detalle.
Alguien que tiene miedo de que una lágrima se deslize por una de nuestras mejillas.
Alguien que no dejaría que nos pasase nada, incluso si eso significase sufrir él.
No lo niego, es una gran suerte.
Pero un día pasa que esa persona no puede estar en todas partes a la vez y, como es normal, no puede protegernos siempre. Ese día nos sentimos vulnerables, indefensos.
Igual que un niño pequeño si le falta su flotador y no se atreve ni a mojar sus pies en la orilla, por si acaso.
Es genial tener a alguien de tu lado que te ayude a sostener el peso de la vida; pero llegará un día en el que tengas que enfrentarte a tus miedos tú solo. Un día en el que tengas que elegir tú que camino tomar, sopesando por tí mismo los pros y los contras. Un día en el que tengas que tirarte al agua y aprender a nadar, eso sí, esta vez sin salvavidas.

domingo, 9 de octubre de 2011

¿Harías tú lo mismo?

Muchos hablan sobre eso de luchar. De luchar por lo que se quiere. Piensan que luchar por sus intereses les hace fuertes. Es más, se echan flores ellos mismos por ésto.
Pero, ciertamente, pocos pueden hablar de haber luchado de verdad.
Algunos piensas que luchar es saber llegar fácilmente a la meta. Conseguir rápido tus propósitos o tenerlo casi todo al alcance de la mano.
Pero se equivocan.
Los que de verdad han luchado en esta vida saben que luchar no es nada fácil. Saben que la meta a veces puede estar muy lejos, que se van a cansar muchas veces por el camino y no van a poder pararse a beber agua. Saben que los propósitos son todo eso que queremos, y muchas veces están muy lejos  de nuestro alcance.
Pero es entonces cuando entra en juego la verdadera lucha.
Puede que a menudo, el camino se te haga muy largo y no veas el final del túnel. Sí, siempre habrá algún gracioso que te dirá que el hace eso con los ojos vendados, en pocos segundos. Pero bueno, es entonces cuando te das cuenta de que la dificultad de todo no está en la velocidad ni en el tiempo que tardes en llegar, sino en aguantar. En tu propia resistencia.
Porque cada uno tiene sus propias limitaciones, y puede que haya cosas que alguien pueda hacer y tú no. Cosas que te cuesten más y cosas que te cuesten menos.
Pero ahí esta el kit de la cuestión. Porque granito tras granito se puede hacer una gran montaña, una montaña llena de...paciencia, sí. Y esfuerzo tras esfuerzo, todo se consigue.
Supongo que todos esos que piensan haber luchado, tienen motivos para pensarlo.
Sí, luchar por la propia felicidad es algo bastante fácil.
Pero las personas fuertes de verdad son aquellas que, haciéndose daño a sí mismos, hacen feliz a otra persona.
Eso ya es más complicado.
Sin embargo si hablamos de luchar por lo que se quiere, hay que incluir a esas personas que queremos, ¿no?
Pues eso es ser fuerte:
Sacrificar tu sonrisa por la del de al lado.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Olvida el precio de las cosas.

Los humanos tenemos esa odiosa costumbre de etiquetarlo todo y de dejarnos llevar por las cosas mas llamativas que, en muchas ocasiones, son las más caras.
El dinero mueve al mundo, es la verdad. Te encuentras un misero euro por la calle y te sientes la persona más afortunada del planeta durante todo el día.
Vale, ahora para un segundo y olvida por un momento el precio de las cosas. Si lo piensas bien, hay miles de cosas que el dinero no puede comprar.
Puedes ser millonario y que te falte esa sonrisa que te alegre, ese abrazo que te anime y ese amigo que te protega.
O puedes sentirte millonario simplemente teniendo eso.
La riqueza es algo totalmente relativo. Unos se creen más ricos por tener mas y otros por necesitar menos.
Yo me siento millonaria por cosas que no están en venta, por ejemplo tú. Y , ¿sabes qué? Que es normal que no estes en venta, porque sinceramente..no tienes precio.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Cultivar mucho para recoger una única rosa.

Mi problema no es dar y no recibir. Claro que recibo. No de todas las personas, pero si de algunas.
Mi problema es que mucho antes de haber recibido, ya lo espero.
Y espero muchísimo de todo el mundo.
Pero entonces, en ese momento; es cuando me doy cuenta de quién de verdad importa. De que no todo el mundo es tan generoso como imaginaba,sino más egoístas de lo que podia llegar a pensar.
De que al fin y al cabo, solo las relaciones recíprocas merecen la pena.
Y aunque me he dado cuenta de eso, ya es demasiado tarde para retroceder. Es demasiado tarde para elegir quien afecta en mi felicidad y quién no. Demasiado tarde para cambiar qué personas cuidas más que a ti mismo. Porque ya te ha dado tiempo de quererlas, y eso no te lo quita ni el daño que te hagan.

domingo, 7 de agosto de 2011

Esta es mi suerte



A veces es suficiente una mirada, una sonrisa; o ambas cosas congeladas en un segundo para dos personas. Suficiente para comprender que tienes algo muy valioso ahí, en frente tuya, solo para tí.
Otras veces basta con alejarte un poco de esa persona para sentir que ya no eres la misma, que falta algo. Y es al echarlo de menos cuando te das cuenta de que es lo más importante de tu vida. Que lo darías todo por estar un segundito más a su lado.
Es entonces cuando entiendes que al no estar a su lado puedes seguir sonriendo, pero nunca con la misma fuerza.
Es justo en ese momento cuando comprendes que la suerte no está ni en los cupones, ni en los juegos de azar, ni siquiera en los tréboles de cuatro hojas.
La suerte está aquí mismo, delante tuya. Mirándote a los ojos de una forma peculiar, hablándote con la mirada mientras tu te sumerges en ese color..Azul, como cuando el mar se confunde con el cielo. Apartándote el pelo de la cara para colocarlo con delicadeza por detrás de tu oreja esperando que le sonrías. Y le sonríes, y el se te queda mirando como si la vida le fuera en ello. Agarrándote de la mano como si no quisiera dejarte escapar, cuando en realidad eres tú la que no debes dejarlo escapar a él.
Y de pronto te dice que te quiere, que te quiere mucho. Y a partir de ese segundo piensas que nada puede salir mal si estás con él, pero no es así.
La realidad es que todo podrá salir mal, pero mientras lo tengas contigo, lo demás te sobra.
Y ya puede pasar un gato negro, que tú ya no crees en esas cosas. Que no te vas a inmutar lo más mínimo en mirarlo. Porque sinceramente, en ese momento para tí solo hay una cosa que contemplar. Y esa cosa no podía ser otra que él.

lunes, 11 de julio de 2011

Lo que tengo

Hoy me he propuesto recuperar la sonrisa. Esa que ya desde hace un tiempo brilla por su ausencia. Es hora de dejar de pensar en todo eso que no tengo. Hora de darme cuenta de lo valiosa que es una vida, porque solo hay una.
No voy a decir que mi vida es perfecta, porque no lo es. Pero tampoco voy a ponerla en mal lugar. Si tengo que ser sincera, me gusta mi vida. Puede que no tenga todo lo que quiero, pero quiero todo lo que tengo y al final, eso es lo que vale. Tengo mucha suerte.
La suerte de poder cambiar el irritante sonido de un despertador por la bonita voz de mi madre. De levantarme y encontrarme mi desayuno preferido preparado encima de la mesa.
La suerte de tener el abrazo asegurado de mi hermano si las cosas no van del todo bien.
De haber salido al mejor hombre del mundo. La suerte de tener de mi lado a determinadas personas que han conseguido que nunca me vea sola. De tener el nombre que me cedió una bellísima persona. Tengo la suerte de haber conocido a gente que no se me olvidará en la vida. Y de vivir instantes que no cambiaría por nada del mundo. La suerte de tener una madre que lo da todo porque sea feliz. Un padre que aunque le cueste expresarlo, me quiere más que a nada. Y un hermano que aunque me haga odiarlo cuando pone su música a tope y no me deja concentrarme, es un cielo.
Tengo la suerte de tener un bonito piso aquí y otro en la playa. De poder tener un abrigo si hace frío y un aire acondicionado cuando pasamos de los 40. La suerte de estar escribiendo esto ahora mismo, en un pórtatil a mi entera disposición.
También la suerte de tener como mejor amigo a un batera melenita. De recibir los besos de los mejores abuelos que se pueden tener. Esos típicos besos que solo te pueden dar ellos..
La suerte de tener en mi vida a una niña de ojos azules que no cambiaría por nada.
La de tener una familia que no ha dejado un segundo de cuidarme.
Y sobre todo, la suerte de estar diciendo todo esto en este preciso instante.
De estar por fin valorando lo que de verdad importa. De ser capaz de ver todo eso que tengo, en lugar de lo que me falta. Y de comprender el verdadero valor de una vida.
Que no es otro que
la imposibilidad de morir de sed, teniendo tanta agua.

sábado, 9 de julio de 2011

Decisiones.


Odio que siempre haya algo que falle. Que todo vaya perfecto pero al final haya algo que la cague por completo. Me fastidia mucho no poder ser nunca totalmente feliz. Que siempre haya algo que lo impida. Una barrera irrompible, un vacío permanente...
Todos creen que tu vida es perfecta. Piensan que tienes todo lo que una chica como tú podría desear. Pero ellos no saben nada. Vale, tienes muchas cosas. Pero ,¿que importa eso si te falta lo más importante? Cada vez te formulas más preguntas que no tienen respuesta alguna. Todo se complica por momentos. Pero tu sigues adelante, no piensas dejar que una situación te ablande. No puedes dejar que tu perfil de chica dura se vea manchado por una tontería como esta.
Pero no puedes evitarlo, esto te afecta. Siempre has utilizado la frase de:Vive el presente, que el pasado pasado es y el futuro ya vendrá. Pero ahora no puedes. ¿Que te pasa?
Joder, tu presente no te gusta. Te gustaría volver al pasado, corregir tus errores. Sobre todo ese fallo que ahora te persigue. Ese que no te deja dormir, que te quita las ganas de comer.
Ella. Tu amiga. Tu amiga del alma. Esa que lo hizo todo perfecto hasta que..falló.
¿Por qué un simple fallo puede fastidiarlo todo? ¿Y si la que ha fallado no es ella sino tú?
¿Y si te precipitaste al acabar con todo?
Piensas que tiene solución. Que podríais empezar de cero, olvidarlo todo. Borrón y cuenta nueva. ¿Merece la pena? No lo sabes. El miedo vuelve a golpearte por dentro.
Tu perfil de chica dura se desvanece, dejándo al descubierto tu corazón frágil.
La inseguridad, los consejos de la gente que quiere protegerte, la propia experiencia.
Todo te hace dudar. Quieres arreglarlo, claro que quieres. Pero esto ya lo has vivido otras veces. No quieres ser la misma niña inocente que hacía lo que quería sin haberlo razonado.
Te dicen que si lo haces te vas a equivocar. Que esta es la misma historia de siempre. Que no lo hagas, que te vas a hacer daño.
Entonces recuerdas cuando tu madre te decía exactamente lo mismo cuando jugabas en el parque: Ten cuidado, te vas a hacer daño. Y tú, pedaleaste cada vez más rápido con la ilusión de que habías aprendido a montar en bici sin ruedecitas de atrás. Y te caiste, te hiciste daño. Y al siguiente día te volviste a caer. Y al otro.
Hoy por hoy, si puedes ir en bici sin que tu madre esté detrás diciendote que tengas cuidado. O si cuando te caes eres capaz de decir: No pasa nada estoy bien.
Es porque ya has aprendido. Y has aprendido a base de caerte. De equivocarte, equivocarte y volver a caer en el mismo fallo.
Ahora es lo mismo. Eres tú quien elige si hacer caso a tus amigos y limitarte a no hacer nada, no vaya a ser que te equivoques. O pasar de ellos, hacer lo que quieres y arriesgarte.
Si te quieren, ellos dejaran que te equivoques y te apoyarán en cada decisión que tomes, aunque no sea la correcta.

 Una vez más, estoy en la cuerda floja.

jueves, 7 de julio de 2011

Estés donde estés

Querida abuela, hoy te escribo desde la lejanía. No sé muy bien a dónde te fuiste ni dónde estás ahora, pero tengo la certeza de que estás bien, porque las personas buenas siempre tienen a alguien que las protege.
 No sé la cantidad de espacio ni de tiempo que nos separa, aunque a veces siento que estás más cerca de lo que pienso. Cuidándome y queriéndome de  ese modo en el que solo las abuelas saben hacerlo.
No sabes cuánto me hubiese gustado conocerte. Contarte toda mi vida e irme a tu regazo cada vez que sintiera la pena llamando a mi puerta...Verte envejecer y cuidarte yo también a ti. Pero es verdad que a veces la vida es injusta y quita de nuestro lado las cosas más valiosas que tenemos.
En este caso, ni siquiera me dieron opción a conocerte, era tan pequeña...Si te soy sincera apenas tengo un leve recuerdo tuyo. Pero ese recuerdo sumado con todo lo que han ido contándome de ti, ya es suficiente para quererte.
No sé si tú recuerdas algo de mí, o si tal vez sabías que existía pero no eras consciente de que era tu nieta. Es lo que tiene el alzheimer...no te quita sólo la memoria, te lo quita todo.
Lo que más rabia me da es que te tocara a ti. No te lo merecías...
Debió ser muy triste para ti vivir sin saber quién eras tú, quién era tu familia, tus amigos...
Debió ser triste el no recordar cuántos años tenías, el cómo comer, el cómo andar...
Pero más triste aún fue para los tuyos.
El abuelo no quería seguir viviendo sin ti...
¿Mamá? puf..Mamá luchó muchísimo para que no la vieras llorar, pero estaba hundida...
Papá y todos los demás intentaban ayudarte para que recordarás...pero no había forma. En esos entonces no había tantos avances como ahora.
Pero aún más triste es que yo ni siquiera pude darme cuenta de lo que se me iba de las manos... en el 99 perdí a una de las cosas más valiosas de mi vida. Es una suerte que pudiera quedarme con tu nombre... es lo único que me queda de ti.
Así, cada vez que me llaman Pilar, porque al igual que a ti no me gustan los diminutivos, cierro bien fuerte los puños, sonrío y contesto:
 Sí señor, esa soy yo.

Ya te arrepentirás

Con el tiempo aprenderás que el mundo no gira a tu alrededor.Que a menudo tendrás que poner un poco de tu parte para que las cosas vayan bien. Aprenderás que a menudo la gente se cansa de dar pero nunca recibir.
Que no todo va a ser como tu quieras.
Con el tiempo aprenderás a diferenciar los amigos de verdad de los pasajeros. A valorar lo que de verdad merece la pena. Con el tiempo aprenderás que si no cuidas lo que tienes...se te va.
No sabes todo lo que se te está escapando de las manos.

Aprender a valorar..

Mil veces habré dicho eso de que uno nunca valora lo que tiene hasta que lo pierde. Mil veces... pero tal vez solo unas pocas haya comprendido el valor de esta tan simple, pero dura frase.
Siempre creemos tener mucho tiempo por delante para demostrarle todo lo que sentimos a esas personas que más nos importan; pero verdaderamente hay veces que ese tiempo nos falta, ya sea por que nos lo quiten, o lo perdamos.
Cuando menos lo esperas esa persona ya no está donde siempre solía estar. Nada es como antes; ni siquiera vosotras. Se han perdido sonrisas y miradas; de esas que lo decían todo solo con su existencia. Ya no veo por ninguna parte esas ansias por vernos, aunque hiciera medio minuto nos hubieramos visto. Ni siquiera esos abrazos que hacían olvidarlo todo para llenarnos de felicidad , aunque no tuviesemos ni una pizca ese día.
Ya no existe esa seguridad cada vez que estábamos juntas. ¿dónde están esos momentos en los que éramos tu y yo luchando contra todo lo que nos quisiera separar? ¿dónde están?
Me pregunto dónde habrán ido a parar todas esas cosas...
Todo se nos quedo por el camino y seguimos con los bolsillos vacíos adelante; aunque verdaderamente pensase que no podría seguir sin tí.
Se nos cayó todo, absolutamente todo. Intenté volver a recogerlo; pero era demasiado tarde. Tu ya no estábas...
Ahora solo me quedan los recuerdos; los buenos y los malos...Sí, te echo de menos.
Por eso; cuando verdaderamente quieras a alguien, díselo siempre que puedas porque nunca sabes cuando será la última vez que tengas oportunidad de hacerlo.



jueves, 30 de junio de 2011

Ahogarse en un charco.

Alguna vez estaría bien no tener porqué huir de tí. No tener miedo de que estés cerca. Poder mirarte sin tener que retirar la mirada cuando lo hiciéras tú. Alguna vez me gustaría que supieses lo que hay detrás de esa sonrisa que llevo de forma permanente.
Que te acordarás de todo lo vivido .Que te dieras cuenta de lo que vale una amistad.
También estaría bien que algun día no sienta la necesidad de darte un abrazo.
Poder evitar esas ganas de ir cuando estas sentada sola y soltarte un te quiero así porque sí, sin que me doliese que luego tu no vinieras si era yo la que estaba sentada.
Pero lo que más me gustaría sería que algún día, dentro de algún tiempo, pueda acordarme de tí sin que se escape una sola lágrima.

Va de inocentes

Antes cuando te miraba a los ojos sentía complicidad, apoyo. Sentía conocerte a la perfección. Al mirarte a los ojos sabía que sonreías. Que sonreías por compartir ese segundo que duraba una mirada, conmigo.
Pero a veces cuando sientes tantas cosas pasa que no escuchas a la razón, te olvidas de los consejos que te dan las personas más cercanas a tí y llegas a creer que lo que sientes es la pura verdad porque siempre has dicho eso de escuchar al corazón antes que a la mente.
Pero te equivocas. Una vez más, te equivocas. Tropiezas y caes con la misma estúpida piedra que jamás logras quitar de tu camino.
Que no logras quitarla porque no quieres...porque solo haces caso al corazón cuando perfectamente sabes que te vas a hacer daño. Que también hay que pensar un poco con la cabeza y escuchar lo que piensa la gente con experiencia.
Porque si te equivocas habiendo pensado las cosas antes de hacerlas serás como otro cualquiera. Una persona humana más, con derecho a equivocarse.Pero si en cambio lo haces sin haber razonado. Si te equivocas por el simple y mero hecho de haber confiado en todo lo que tu corazón te hacía sentir. Entonces, solo serás un inocente más para el mundo.

Date por aludida.


Date -Por favor para. Espera un momento.
+¿Qué quieres ahora?
- ¿Que qué quiero ahora? Quiero que abras los ojos, que te des cuenta de todo lo que has cambiado en un año...

+¿Cambiar? Yo sigo siendo la misma.
- No.La persona que yo conocía lo daba todo por sus amigos. No paraba un segundo hasta sacarle una sonrisa a quien fuera. La persona que yo conocía tenía el mayor corazón que una persona puede tener.Era sincera, leal...Nunca defraudaba a nadie. La persona que yo conocía tenía las cosas claras, sabía lo que estaba bien y lo que no, y siempre hacía lo mejor para todos, aunque alguna vez no fuese lo mejor para ella.

+ No entiendo a que viene todo esto...
- Pues viene a que un día esa persona prometió que nada se interpondría entre nosotras. Pero, ¿sabes qué?

+ No...¿qué?
- Que no contó con que ella misma fuera a hacerlo algún día.

miércoles, 29 de junio de 2011

Aquella torre perenne

Aquel día Marta se había despertado muy temprano .
Solo estaba despierta su madre a aquellas horas.
Tomó su desayuno y para intentar matar el aburrimiento comenzó a hacer una torre de cartas con su baraja.
No podía estar más feliz, tan solo le quedaban varias cartas para completar su magnífica creación.
Llevaba ya mucho tiempo en ello.
De repente su  gato, asustado por un rayo en aquel día de tormenta,saltó encima de la niña, provocando un movimiento brusco y volcando toda la torre.
La niña comenzó a llorar... pobre, llevaba mucho tiempo haciéndolo, solo le faltaba un poco.
Su madre fue a consolarla e intentó hacer entender que había sido sin querer, inconscientemente, por pura coincidencia de varias cosas,puede que  tal vez por un poco de mala suerte.
Le dijo que tranquila, que ella le iba a ayudar a rehacerla.
La niña paró de llorar y, junto con la madre, comenzó a hacer la torre.
Colocaron todo en el sitio adecuado, con muchisimo cuidado, con tranquilidad, tenían todo el tiempo del mundo, todo parecía ir a la perfección.
Salvo un detalle; Diego, el hermano de Marta, acababa de levantarse.
Parecía cansado y a la vez hambriento, pedía a gritos: Mamá, hazme el desayuno!
-Hijo, estoy ayudando a tu hermana, espera.
-¡Qué me hagas el desayuno!
-Espera cariño, nos queda muy poco.
-Ahora os va a quedar más.
De un manotazo Diego, por puro arrebato y por odio a su hermana, (en realidad no la odiaba, pero sus padres pasaban tanto tiempo con ella...), derribó toda la torre. Marta de nuevo lloraba, era muy pequeña, le habían detrozado su proyecto dos veces ya.
Como era de esperar a Diego lo castigaron, pero Marta seguía queriendo acabar su torre.
No deseaba otra cosa.
La madre , que parecía entenderla, tal vez por propia experiencia, reconstruyó por ella la torre entera, mientras ella estaba con su padre en la cocina.
Cuando la niña llegó y vió la torre totalmente acabada, se le esbozó una sonrisa de oreja a oreja, le dió un abrazo a su madre  y se fue corriendo a su cuarto para, según ella ,escribir en su diario esto tan bonito que le había pasado hoy. Pasadas unas horas, la familia se iba a disponer a comer.
Asi que Marta fue a quitar la torre de cartas de la mesa.
Su sorpresa fue cuando se dió cuenta de que no podia deshacerla para guardar la baraja en su caja, todas las cartas que conformaban la torre estaban pegadas con pegamento. La niña entre sorpresa y agobio al pensar en todo el trabajo que le había debido causar a su madre, fue a la cocina a hablar con ella:
-Mamá, ¿por qué has pegado todas las cartas de la torre con pegamento? Debe de haberte costado mucho trabajo...lo siento.
-Cielo, tener esa torre era tu sueño, no quiero nunca que nadie tire abajo tus sueños, yo nunca permitiría eso.Quiero que tengas esta torre siempre en tu cuarto y que cada vez que la veas pienses, que aunque en la vida haya mucha gente que intente desbaratar tus planes o tus sueños, ya sea por puro odio hacia ti o por una casualidad, sea cual sea la razón por la cual todo se venga abajo, siempre tendrás a alguien que reconstruya tu torre y que la pegue con pegamento, para que la tengas
SIEMPRE CONTIGO.

Puños que rompen sueños

Bueno, esto es un cuento que escribí hace ya un tiempecillo y presente a una campaña contra la violencia de género. Tuvo bastante éxito, así que espero que guste.
Mario era un niño feliz como cualquier otro niño de 6 años.Vivía en una pequeña casa con sus padres.
Le apasionaban los comics, las películas de acción, los caramelos de fresa, los aviones en miniautura, en fin, cosas normales que le gustan a cualquier niño de su edad.
Mario tenía un héroe, la persona que más le gustaría conocer en el mundo, Superman.
Un día en el colegio le preguntaron a toda su clase el verdadero significado de una mano o un puño cerrado en alto.
Ese día se celebraba una campaña contra la violencia de género.Pero...
¿Qué respuestas esperaban de niños de 6 años?
Muchos decían que significaba que ese día tu abuelo te había dado dinero para chuches y que llegabas a casa con los caramelos en la mano, apretando mucho, con el puño cerrado,para que nadie pudiese quitártelos.
Otros decían que era el gesto de felicidad al marcar un gol jugando con tus amigos en la calle.
Sin embargo, Mario respondió:
-Es muy fácil profesora, el puño cerrado es el gesto que utiliza Superman cuando vuela a toda prisa para salvar a alguien.
Aquella noche ,en casa de Mario, se escuchaban quejíos, gritos, portazos, golpes...
Mario, que estaba dormido, se despertó a toda prisa pensando que tal vez era Superman peleando con algún villano.
No cabía en su asombro cuando se dio cuenta de que el ruido venía del cuarto de sus padres.
Pensó:
¡Qué suerte la mía! ¡Voy a conocer a Superman!
¡Verás cuando lo cuente mañana!
A toda prisa abrió la puerta y vió a su padre con el puño en alto y a su madre amoratada tirada en el suelo de la habitación.

Supo entonces que no se había equivocado, era su héroe..., con el puño en alto. Su único y verdadero héroe;su padre...le había defraudado.

Eso de volar..

Cuando se abren nuevos horizontes es bueno aferrarse a ellos. Pero también es inevitable la existencia del miedo a caernos,de volar alto y que el dolor se vea aumentado innumerables veces. Sin embargo hay que mantener la calma y confiar en que si las cosas cambian algún motivo tienen.
No puedes pasarte toda la vida a ras de suelo solo para que cuando te caigas no duela tanto, no.
Hay que ser feliz, disfrutar mientras abres las alas hacia esos mundos que llevas una vida soñando, o tal vez hacia esos mundos que se te han antojado conocer hoy, ¿qué importa cuánto dure esa felicidad?¿Qué importa si después te caes?
Y cuando las cosas cambien...aunque esos cambios sean los más inesperados que hayas vivido en tu vida.. tienes que estar preparado.
Sí, puede que te hayas pasado media vida colocando con todo el cuidado y la delicadeza del mundo pequeños bloques de piedra alrededor de esa persona tan importante para ti...Piedras que por si solas no son nada, pero que día tras día ,mientras se van sumando esos bloques que tu has colocado, podrían lograr defenderla de todo lo que le pueda pasar, creando una gran muralla en la que quedan reflejados tu sudor y tus lágrimas, y sobre todo el cariño que tenías hacia ese alguien.
Lo has dado todo por esa persona...
Pero entonces, cuando de pronto llegue una ráfaga de viento y tire toda la muralla e incluso, a esa persona...y se la lleve de tu lado por motivos que ,a veces, hasta una desconoce.Justo en ese momento no llores desconsoladamente por todo lo que se acaba de terminar, sonríe porque un día disfrutaste de todo eso que querías. Aunque ahora, gracias a todo el tiempo que ha pasado desde que empezó, la caída sea grandisima.Piensa en todo lo que volaste, en cada movimiento de tus alas para seguir subiendo, en cada impulso que diste entre las nubes para llegar a lo más alto.
Y piensa que si nada volverá a ser como antes solo es porque sería imposible superar la felicidad de los mejores años de tu vida. Junto a esa persona que siempre estará en ti.