domingo, 25 de marzo de 2012

Cargarse mucha responsabilidad a la espalda nunca fue buena idea


Siempre quise buscar la perfección en todo. Desde pequeña quería tenerlo todo controlado, y si algo no salía como yo quería me enfadaba. Y trataba de cambiarlo todo y ponerlo a mi gusto. 
Y cuando había cosas que no dependían de mí, me cruzaba de brazos y esperaba que la vida se simpatizase conmigo y moviese los hilos para que todo saliese como yo lo había imaginado. 
Maduré y me dí cuenta de que la vida no siempre se simpatiza contigo. Que no todo saldrá siempre perfecto y que yo no podía controlarlo todo, y menos las cosas que no dependían de mí y de mis actos. Y aún así seguí esperando demasiado de la vida, de mi misma y de los demás. Y quizás ese sea el problema, esperar mucho de los demás. Esperar que ellos tengan el mismo espíritu exigente con ellos mismos y traten de hacer las cosas lo mejor posible. Pero todo el mundo no es igual. 
Lo que para ti está bien tal vez para otro sea algo impensable. 
Está muy bien intentar controlarlo todo para que la gente a la que quieres sea feliz, pero sólo somos personas, un corazón para muchos, sí; pero sólo un cuerpo que no puede estar en más de un sitio a la vez. Tal vez a veces sólo quede llenarse de impotencia, cruzar los brazos y esperar que la vida vuelva a ponerlo todo en su sitio. 

lunes, 12 de marzo de 2012

La sonrisa es mía ,pero el motivo eres tú.


Cada centímetro de su rostro derrochaba felicidad, no podía evitarlo. Sus ojos brillaban como nunca antes lo habían hecho. Se mordía las uñas porque no sabía de que hablar, a pesar de que siempre era un silencio agradable. Se colocaba bien el pelo, una vez más, quería estar guapa. 
Trataba de actuar con normalidad,pero le temblaban las piernas. 
Movía de forma graciosa los dedos de la mano tratando que la sangre llegará a ellos antes que el frío. El frío es psicológico, pensaba. 
Y como si dicho pensamiento hubiese cobrado vida para ir a buscar una solución; él agarró su mano. Pasó de sentirse una pobre esquimal en medio de la Antártida a la chica con más suerte de toda la ciudad, como poco. 
Andaban sin prisa, al mismo sitio de siempre. Su paso era firme, como si quisiera grabar cada una de sus pisadas, por si algún día yo pasaba y me acordaba de él. Que ingenuo, claro que iba a hacerlo. 
Y llegamos una vez más, a nuestro parque. Sí, ya lo llamo así. 
Y para variar, no nos peleamos para elegir banco, siempre elegiamos el banco ''Me da igual'', el ''Elige tú'' o el que tocaba ese día, el ''Este mismo''. 
Tenía la sensación de que iba a morir congelada en breve, pero aún así arriesgué mi vida sentandome por estar un ratito con él. Hablando de todo y de nada. Soltando verdaderas carcajadas con cada una de sus tonterías y sonrojandome de ratito en ratito escondida tras una sonrisa tontorrona.
Y de pronto se levanta, dos segundos hasta la papelera y dos segundos para volver, y ya lo echaba de menos. Y como si hubiese estado dentro de mi cabeza todo el rato, trata de hacerme ver que no le tengo que echar de menos, y lo hace con un beso.Y entonces se me olvida todo. Las dichosas capitales de África, la proporcionalidad numérica, el análisis morfosintáctico y los aglomerantes. Y más tarde o más temprano se acaba pero se te queda esa sensación agradable. Y tachas uno más, en la vida tachar había sido tan divertido. Y piensas en todas las veces que mirarás ese post-it para sentirte bien cuando las cosas no sean precisamente perfectas.Aunque para esos momentos, yo creo que tiene toda una lista mental de frases que suben la moral. Que de no funcionar esto, me invita a comer donuts para reírnos cuando me pongo perdida de chocolate. Que si esto no sirve para animarme del todo, se saca del bolsillo una reserva de cosquillas para que llore, de la risa. Y si se diese el caso, ya como último recurso tiene raciones y raciones de abrazitos y besitos para mí, y a esto verdaderamente ya no hay quien se resista. No puedo evitar sonreír. 
Seamos realistas, nunca puedo evitarlo si hablamos de él. 
Porque es evidente lo que dije al principio. Cada centímetro de mi rostro derrocha felicidad cuando estoy contigo. Que.. ya voy a lo importante, que...