martes, 21 de agosto de 2012

I close my eyes, and the flash back starts.

El olvido no existe. Es un invento del ser humano para sentirse mejor. Maquillaje para el dolor. Puro autoengaño. Así somos, le ponemos un parche al roto de un pantalón y pensamos que está como nuevo. Pero lo cierto es que nunca volverá a estarlo. Son esos pequeños vacíos que todos tenemos, esos que camuflamos en nuestra rutina regalando una sonrisa a quienes queremos para que no se preocupen. 
En el mejor de los casos lo que hacemos es superarlo,pero nunca olvidar. Todos lo hemos dicho, pero lo cierto es que al decir que olvidamos estamos recordándolo. Que ironía, ¿no?
Guardamos el polvo bajo la alfombra y miramos a otro lado, y aunque no la vemos sabemos que sigue ahí. Esperando que alguien mueva la alfombra y el polvo vuelva a hacernos estornudar.
Y pasa. Un sitio, un cruce de miradas, una sonrisa, una palabra, una canción, cualquier detalle puede desencadenarlo. Un recuerdo tras otro, todos deciden despertarse a la vez para irrumpir en tu tranquila rutina. 
Y entonces lo sabes, sabes que no has olvidado. Que ni siquiera lo has superado. Y por muchas trampas que inventes, y muchas sonrisas que te pintes habrá siempre una persona a la que no podrás engañar, a ti mismo. 

lunes, 13 de agosto de 2012

Misión: Desenredarse


Los enredos. ¿Qué os dice esta palabra? El dichoso enredo en el pelo. El inexplicable enredo de los cables cuando no estás mirando. Bien puede referirse a una confusión ,a una mentira o a ''meter cizaña'' cuando hablamos de enredar. El enredo de los dedos de alguien con el cable del teléfono en plan peli. El enredo de unas piernas jugando al twister. O el enredo del hilo de una cometa entre los dedos de un niño. Pero no me refiero a eso, los enredos de los que intento hablar es de esos que se forman por dentro de cada uno de nosotros. Tal vez no me entendeis, pero qué dificil es desenredar el alma cuando los sentimientos y pensamientos parecen contradecirse constantemente. Todos lo habéis vivido alguna vez, es el sentimiento básico de estar hecho un lío. Pensar una cosa y sentir otra. Sentir que quieres hacer algo y pensar que en realidad no es buena idea. 
Darle mil vueltas a eso que no te deja dormir, tomar una decisión buscando hacer lo correcto y después sentir que aunque sea lo correcto no es lo que realmente quieres.
Viendo que de por si ya es poca la complejidad del asunto, el audaz ingenio de la raza humana nos lleva a complicar aún más las cosas cuando, la mayoría de las veces, ni siquiera sabemos lo que sentimos. 
¿Me entendéis? Da igual, yo tampoco. No encuentro las palabras para explicarme. No es fácil. Mi pregunta es...

viernes, 10 de agosto de 2012

FELICIDADES:)

Cada vez que se trata de alguien importante, quiero ser la primera en felicitarle el día de su cumpleaños. Pero lo cierto es que casi nunca lo consigo, siempre se me adelanta alguien. Así que he pensado que en vez de la primera voy a ser la última. Eso sí, sin contar a las dichosas ''felicidades atrasadas''. 
Y quiero ser la última para que termines el día sonriendo, que es lo que quiero conseguir con esto; que sonrías. 
Que sonrías y te salgan esos hoyitos que tú odias y a mí me encantan. 
Cómo pasa el tiempo, ¿verdad? Parece que fue ayer cuando no nos hablábamos. Y hoy cumples 15 años, y yo soy la más pequeña de todas ahora. Así es el tiempo, cuánto más feliz eres más rápido pasa. 
Contigo, con vosotras, el tiempo vuela. ¿Por algo será, no?
Me encantaría haber estado contigo todo el día para asegurarme de que seas la más feliz. Haberte cantado cumpleaños feliz y que te rieras de mis característicos gallos. Pero las tierras catalanas están demasiado lejos para que mi desafinada voz llegue hasta donde estás, y son muchos los kilómetros que en este momento no me dejan darte el abrazo que tantas ganas tengo. 
¿Estás sonriendo? Yo sí, pienso en que pronto podré verte de nuevo. Devolverte el tiempo perdido. Darte ese abrazo rompecostillas, como tu dices. 
Disfrutar al ver tus hoyitos. Picarte diciéndote que eres una ''borde'' aunque en el fondo me guste que seas así, tal como eres. Porque eres genial, imbécil. 
Muchas felicidades corazón. Que te quiero muchísimo, no sabes cuanto.

domingo, 5 de agosto de 2012

BIG

Es curioso lo relativas que pueden llegar a ser las palabras. Por ejemplo, la grandeza. 
La grandeza a menudo se demuestra en pequeñas cosas, gestos. En pequeñas dosis, las personas grandes nos muestran cada día , sin ni siquiera saberlo, del material que están hechos su corazón y mente. Cosas insignificantes que a veces, muchas de hecho, no valoramos. Y si nos paramos a observar, encontramos en 

nuestros seres queridos valores increíbles. Sensibilidad, sencillez y sinceridad. Las tres ''s'' básicas que componen la grandeza de estas personas. Y muchisimos aspectos más que aunque no empiecen por ''s'' nos hacen pensar si podríamos tener más suerte de la que tenemos ya por tenerlos a nuestro lado. Quizás lo mejor que tengan las personas grandes es que no se creen grandes y hacen sentir grandes a los demás. 



Yo pido deseos soplando pestañas o velas

Es curioso lo que pasa con los momentos. Estas viviendolos y de repente se quedan en eso, momentos. Uno, dos, tres. Los momentos siguen pasando, no se paran a esperar a nadie. Ahora están y ahora ya no. Solo queda cenizas de lo que fueron. Polvo es todo cuando queda. 
Como todo en la vida, hay momentos mejores que otros. 
Los hay bonitos. De esos que nos gustaría volver y volver y volver a vivir.
 Pero eso le quitaría toda la gracia, porque lo que los hace especiales es que son únicos. Son polvo, pero polvo del que mola. De ese que le da la esencia a la portada de ese álbum de fotos antiguo del que ni te acordabas.
Hay momentos sin ningún tipo de relevancia. De los que pasan y pasan. Vuelan libremente, polvo en el viento.
¿Y qué es de las oportunidades perdidas? Eso es algo que siempre llevaremos con nosotros. Es polvo del feo que siempre cargaremos a la espalda. Polvo del que hace estornudar.
Y por último están los malos momentos. Esos que queremos que pasen y no vuelvan nunca. Ese polvo lo llevamos por dentro y por el hecho de estar dentro pensamos que no podemos deshacernos de él. Pero si que podemos. Siempre se puede. Es cuestión de soplar fuerte alejando todo lo que duele, dejando solo lo que sirve.
Y sólo después de acabar con ese polvo, podemos sentirnos más limpios, más vivos. Y... seguir adelante.



miércoles, 1 de agosto de 2012

I get high with a little help from my friends

Gracias. Una palabra simple que a veces lo dice todo. Lo sé, la digo mucho. Quizás demasiado, pero lo necesito. Demasiado y seguirá siendo poco para todo lo que hacen por mí. ¿Qué por qué? Demasiados porqués. Porque me hacen seguir aquí cada día con ganas de ser feliz, con ellas. Por arrancarme de mi casa cuando no quiero salir. Por hacerme reír cuando me enfado para hacerme ver que no puedo estar más de dos segundos sin hablarles. Por aguantar mis tonterías y reírse de mis chistes sin gracia. Por no querer cambiar nada de mí y quererme con mis mil defectos. Por escucharme y aconsejarme. Por apoyarme hasta cuando estaba equivocada. Por nunca juzgarme. Por hacer volar mi autoestima cuando estaba por los suelos, y por mantenerme con los pies en el suelo cuando sabían que no era buena idea seguir volando. Por sostener conmigo los problemas y hacerlos más pequeños. 
Por buscar conmigo soluciones a cosas que ni la tenían. Por entenderme cuando yo no me entendía. Por cuidarme cuando lo necesitaba. 
Por venir a verme al hospital y hacerme feliz con un bote de lacasitos. 
Por secarme las lágrimas cuando hizo falta,y acompañarme en cada sonrisa.
Por confiar en mí y demostrarme que puedo hacer lo mismo. Por cada quedada. Por cada foto. Por cada cachimba, y no Antonella, nuestra amistad no se basa en eso. Se basa en mil cosas más. Por mi segunda casa. Por las partidas de billar. Por los vídeos de Jess. Por Rocky. Porque bueno...mas o menos. Porque ''no te estreses'' y porque ''ya sabes de que vans ,no?'' 
Ya os avisé, eran demasiados porqués. Pero, ¿Sabéis cuántos quedan? Millones. Lo que valéis vosotras. 
Pues no, no me preguntéis por qué las quiero tanto, porque eso aún no lo he averiguado. De verdad, gracias