sábado, 8 de junio de 2013

Las mejores cosas vienen en frascos pequeños

La diferencia entre ser y estar feliz es algo que no todo el mundo entiende. Precisamente son los perpetuamente infelices los que no terminan de pillarlo. Ellos están felices a veces. En situaciones de plena euforia. ''Ahora estoy feliz'' dicen. ¿Cuánto dura? No lo suficiente. Pronto descubren algo que destruye su estado de gloria. Y digo descubren porque ellos mismos son los que están constantemente pendientes de esas pequeñas motas de polvo, que podrían pasar por alto y en cambio colocan como pretexto para enturbiar su felicidad. Quien quiere motivos para estar mal siempre los encuentra. Es así de sencillo. Vayámonos a la otra cara de la moneda. Contemos la misma historia en sentido contrario, fijémonos en los pececillos que van a contracorriente. Porque, desgraciadamente, son más los que se fijan en los detalles que estropean la vida que aquellos que le dan más importancia a los que endulzan la existencia. Que los hay, en todas partes y a todas horas, para quien quiere verlos. Eso es ser feliz. Vivir en los pequeños detalles que nos ofrece la vida. Valorar los pequeños gestos de las personas que tenemos a nuestro alrededor. El beso de tu madre al llegar a casa. El saludo especial que tienes con tu padre. Los buenos días de tu abuelo un sábado a la 1 de la tarde. El mote que tienes con tu hermano. Un 'Hoy tienes el guapo subío'. Un '¿Qué tal tu día?. Un mensaje de buenas noches. La sonrisa que te regala alguien a quien no conoces de nada. Un 'Gracias'. Un abrazo. Un guiño. La risa de alguien a quien quieres. O una simple palmadita en la espalda cuando no todo va bien. Y todo lo que se te esté ocurriendo mientras lees esto. Piénsalo, hay más cosas de las que en primera instancia creíamos. Hay miles de pequeñas y bonitas cosas que no vemos por estar ocupados pensando en qué va mal en nuestras vidas. No se trata de sonreír cada minuto de cada día, sino de saber que tienes motivos para seguir a pesar de que tengas ganas de tirar la toalla a veces. Y esos motivos son las personas que nos dan motivos para hacerlo.Busca la felicidad dentro de ti y cuando la encuentres, la encontrarás también a tu alrededor. Quien quiere ser feliz, puede serlo. En ti queda la decisión:¿Ser feliz siempre y estar triste a ratos o condenarse a la infelicidad estando feliz solo de vez cuando? De ti depende. 

(Adivinad de qué lado estoy.)

2 comentarios:

  1. Enhorabuena, chapó, increíble. Si esto realmente lo has escrito tu, si te ha salido de dentro, he de decirte que un chico de 16 años de Murcia se acaba de enamorar de ti. Ojalá todo el mundo pensara como tu y supiera la diferencia entre el ser y el estar.

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    1. Muchas gracias por tu comentario! Y por él puedo adivinar que tu también conoces la diferencia, así que chapó por ti! Sonríe, amigo. Saludos.

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