jueves, 30 de junio de 2011

Ahogarse en un charco.

Alguna vez estaría bien no tener porqué huir de tí. No tener miedo de que estés cerca. Poder mirarte sin tener que retirar la mirada cuando lo hiciéras tú. Alguna vez me gustaría que supieses lo que hay detrás de esa sonrisa que llevo de forma permanente.
Que te acordarás de todo lo vivido .Que te dieras cuenta de lo que vale una amistad.
También estaría bien que algun día no sienta la necesidad de darte un abrazo.
Poder evitar esas ganas de ir cuando estas sentada sola y soltarte un te quiero así porque sí, sin que me doliese que luego tu no vinieras si era yo la que estaba sentada.
Pero lo que más me gustaría sería que algún día, dentro de algún tiempo, pueda acordarme de tí sin que se escape una sola lágrima.

Va de inocentes

Antes cuando te miraba a los ojos sentía complicidad, apoyo. Sentía conocerte a la perfección. Al mirarte a los ojos sabía que sonreías. Que sonreías por compartir ese segundo que duraba una mirada, conmigo.
Pero a veces cuando sientes tantas cosas pasa que no escuchas a la razón, te olvidas de los consejos que te dan las personas más cercanas a tí y llegas a creer que lo que sientes es la pura verdad porque siempre has dicho eso de escuchar al corazón antes que a la mente.
Pero te equivocas. Una vez más, te equivocas. Tropiezas y caes con la misma estúpida piedra que jamás logras quitar de tu camino.
Que no logras quitarla porque no quieres...porque solo haces caso al corazón cuando perfectamente sabes que te vas a hacer daño. Que también hay que pensar un poco con la cabeza y escuchar lo que piensa la gente con experiencia.
Porque si te equivocas habiendo pensado las cosas antes de hacerlas serás como otro cualquiera. Una persona humana más, con derecho a equivocarse.Pero si en cambio lo haces sin haber razonado. Si te equivocas por el simple y mero hecho de haber confiado en todo lo que tu corazón te hacía sentir. Entonces, solo serás un inocente más para el mundo.

Date por aludida.


Date -Por favor para. Espera un momento.
+¿Qué quieres ahora?
- ¿Que qué quiero ahora? Quiero que abras los ojos, que te des cuenta de todo lo que has cambiado en un año...

+¿Cambiar? Yo sigo siendo la misma.
- No.La persona que yo conocía lo daba todo por sus amigos. No paraba un segundo hasta sacarle una sonrisa a quien fuera. La persona que yo conocía tenía el mayor corazón que una persona puede tener.Era sincera, leal...Nunca defraudaba a nadie. La persona que yo conocía tenía las cosas claras, sabía lo que estaba bien y lo que no, y siempre hacía lo mejor para todos, aunque alguna vez no fuese lo mejor para ella.

+ No entiendo a que viene todo esto...
- Pues viene a que un día esa persona prometió que nada se interpondría entre nosotras. Pero, ¿sabes qué?

+ No...¿qué?
- Que no contó con que ella misma fuera a hacerlo algún día.

miércoles, 29 de junio de 2011

Aquella torre perenne

Aquel día Marta se había despertado muy temprano .
Solo estaba despierta su madre a aquellas horas.
Tomó su desayuno y para intentar matar el aburrimiento comenzó a hacer una torre de cartas con su baraja.
No podía estar más feliz, tan solo le quedaban varias cartas para completar su magnífica creación.
Llevaba ya mucho tiempo en ello.
De repente su  gato, asustado por un rayo en aquel día de tormenta,saltó encima de la niña, provocando un movimiento brusco y volcando toda la torre.
La niña comenzó a llorar... pobre, llevaba mucho tiempo haciéndolo, solo le faltaba un poco.
Su madre fue a consolarla e intentó hacer entender que había sido sin querer, inconscientemente, por pura coincidencia de varias cosas,puede que  tal vez por un poco de mala suerte.
Le dijo que tranquila, que ella le iba a ayudar a rehacerla.
La niña paró de llorar y, junto con la madre, comenzó a hacer la torre.
Colocaron todo en el sitio adecuado, con muchisimo cuidado, con tranquilidad, tenían todo el tiempo del mundo, todo parecía ir a la perfección.
Salvo un detalle; Diego, el hermano de Marta, acababa de levantarse.
Parecía cansado y a la vez hambriento, pedía a gritos: Mamá, hazme el desayuno!
-Hijo, estoy ayudando a tu hermana, espera.
-¡Qué me hagas el desayuno!
-Espera cariño, nos queda muy poco.
-Ahora os va a quedar más.
De un manotazo Diego, por puro arrebato y por odio a su hermana, (en realidad no la odiaba, pero sus padres pasaban tanto tiempo con ella...), derribó toda la torre. Marta de nuevo lloraba, era muy pequeña, le habían detrozado su proyecto dos veces ya.
Como era de esperar a Diego lo castigaron, pero Marta seguía queriendo acabar su torre.
No deseaba otra cosa.
La madre , que parecía entenderla, tal vez por propia experiencia, reconstruyó por ella la torre entera, mientras ella estaba con su padre en la cocina.
Cuando la niña llegó y vió la torre totalmente acabada, se le esbozó una sonrisa de oreja a oreja, le dió un abrazo a su madre  y se fue corriendo a su cuarto para, según ella ,escribir en su diario esto tan bonito que le había pasado hoy. Pasadas unas horas, la familia se iba a disponer a comer.
Asi que Marta fue a quitar la torre de cartas de la mesa.
Su sorpresa fue cuando se dió cuenta de que no podia deshacerla para guardar la baraja en su caja, todas las cartas que conformaban la torre estaban pegadas con pegamento. La niña entre sorpresa y agobio al pensar en todo el trabajo que le había debido causar a su madre, fue a la cocina a hablar con ella:
-Mamá, ¿por qué has pegado todas las cartas de la torre con pegamento? Debe de haberte costado mucho trabajo...lo siento.
-Cielo, tener esa torre era tu sueño, no quiero nunca que nadie tire abajo tus sueños, yo nunca permitiría eso.Quiero que tengas esta torre siempre en tu cuarto y que cada vez que la veas pienses, que aunque en la vida haya mucha gente que intente desbaratar tus planes o tus sueños, ya sea por puro odio hacia ti o por una casualidad, sea cual sea la razón por la cual todo se venga abajo, siempre tendrás a alguien que reconstruya tu torre y que la pegue con pegamento, para que la tengas
SIEMPRE CONTIGO.

Puños que rompen sueños

Bueno, esto es un cuento que escribí hace ya un tiempecillo y presente a una campaña contra la violencia de género. Tuvo bastante éxito, así que espero que guste.
Mario era un niño feliz como cualquier otro niño de 6 años.Vivía en una pequeña casa con sus padres.
Le apasionaban los comics, las películas de acción, los caramelos de fresa, los aviones en miniautura, en fin, cosas normales que le gustan a cualquier niño de su edad.
Mario tenía un héroe, la persona que más le gustaría conocer en el mundo, Superman.
Un día en el colegio le preguntaron a toda su clase el verdadero significado de una mano o un puño cerrado en alto.
Ese día se celebraba una campaña contra la violencia de género.Pero...
¿Qué respuestas esperaban de niños de 6 años?
Muchos decían que significaba que ese día tu abuelo te había dado dinero para chuches y que llegabas a casa con los caramelos en la mano, apretando mucho, con el puño cerrado,para que nadie pudiese quitártelos.
Otros decían que era el gesto de felicidad al marcar un gol jugando con tus amigos en la calle.
Sin embargo, Mario respondió:
-Es muy fácil profesora, el puño cerrado es el gesto que utiliza Superman cuando vuela a toda prisa para salvar a alguien.
Aquella noche ,en casa de Mario, se escuchaban quejíos, gritos, portazos, golpes...
Mario, que estaba dormido, se despertó a toda prisa pensando que tal vez era Superman peleando con algún villano.
No cabía en su asombro cuando se dio cuenta de que el ruido venía del cuarto de sus padres.
Pensó:
¡Qué suerte la mía! ¡Voy a conocer a Superman!
¡Verás cuando lo cuente mañana!
A toda prisa abrió la puerta y vió a su padre con el puño en alto y a su madre amoratada tirada en el suelo de la habitación.

Supo entonces que no se había equivocado, era su héroe..., con el puño en alto. Su único y verdadero héroe;su padre...le había defraudado.

Eso de volar..

Cuando se abren nuevos horizontes es bueno aferrarse a ellos. Pero también es inevitable la existencia del miedo a caernos,de volar alto y que el dolor se vea aumentado innumerables veces. Sin embargo hay que mantener la calma y confiar en que si las cosas cambian algún motivo tienen.
No puedes pasarte toda la vida a ras de suelo solo para que cuando te caigas no duela tanto, no.
Hay que ser feliz, disfrutar mientras abres las alas hacia esos mundos que llevas una vida soñando, o tal vez hacia esos mundos que se te han antojado conocer hoy, ¿qué importa cuánto dure esa felicidad?¿Qué importa si después te caes?
Y cuando las cosas cambien...aunque esos cambios sean los más inesperados que hayas vivido en tu vida.. tienes que estar preparado.
Sí, puede que te hayas pasado media vida colocando con todo el cuidado y la delicadeza del mundo pequeños bloques de piedra alrededor de esa persona tan importante para ti...Piedras que por si solas no son nada, pero que día tras día ,mientras se van sumando esos bloques que tu has colocado, podrían lograr defenderla de todo lo que le pueda pasar, creando una gran muralla en la que quedan reflejados tu sudor y tus lágrimas, y sobre todo el cariño que tenías hacia ese alguien.
Lo has dado todo por esa persona...
Pero entonces, cuando de pronto llegue una ráfaga de viento y tire toda la muralla e incluso, a esa persona...y se la lleve de tu lado por motivos que ,a veces, hasta una desconoce.Justo en ese momento no llores desconsoladamente por todo lo que se acaba de terminar, sonríe porque un día disfrutaste de todo eso que querías. Aunque ahora, gracias a todo el tiempo que ha pasado desde que empezó, la caída sea grandisima.Piensa en todo lo que volaste, en cada movimiento de tus alas para seguir subiendo, en cada impulso que diste entre las nubes para llegar a lo más alto.
Y piensa que si nada volverá a ser como antes solo es porque sería imposible superar la felicidad de los mejores años de tu vida. Junto a esa persona que siempre estará en ti.