miércoles, 29 de junio de 2011

Aquella torre perenne

Aquel día Marta se había despertado muy temprano .
Solo estaba despierta su madre a aquellas horas.
Tomó su desayuno y para intentar matar el aburrimiento comenzó a hacer una torre de cartas con su baraja.
No podía estar más feliz, tan solo le quedaban varias cartas para completar su magnífica creación.
Llevaba ya mucho tiempo en ello.
De repente su  gato, asustado por un rayo en aquel día de tormenta,saltó encima de la niña, provocando un movimiento brusco y volcando toda la torre.
La niña comenzó a llorar... pobre, llevaba mucho tiempo haciéndolo, solo le faltaba un poco.
Su madre fue a consolarla e intentó hacer entender que había sido sin querer, inconscientemente, por pura coincidencia de varias cosas,puede que  tal vez por un poco de mala suerte.
Le dijo que tranquila, que ella le iba a ayudar a rehacerla.
La niña paró de llorar y, junto con la madre, comenzó a hacer la torre.
Colocaron todo en el sitio adecuado, con muchisimo cuidado, con tranquilidad, tenían todo el tiempo del mundo, todo parecía ir a la perfección.
Salvo un detalle; Diego, el hermano de Marta, acababa de levantarse.
Parecía cansado y a la vez hambriento, pedía a gritos: Mamá, hazme el desayuno!
-Hijo, estoy ayudando a tu hermana, espera.
-¡Qué me hagas el desayuno!
-Espera cariño, nos queda muy poco.
-Ahora os va a quedar más.
De un manotazo Diego, por puro arrebato y por odio a su hermana, (en realidad no la odiaba, pero sus padres pasaban tanto tiempo con ella...), derribó toda la torre. Marta de nuevo lloraba, era muy pequeña, le habían detrozado su proyecto dos veces ya.
Como era de esperar a Diego lo castigaron, pero Marta seguía queriendo acabar su torre.
No deseaba otra cosa.
La madre , que parecía entenderla, tal vez por propia experiencia, reconstruyó por ella la torre entera, mientras ella estaba con su padre en la cocina.
Cuando la niña llegó y vió la torre totalmente acabada, se le esbozó una sonrisa de oreja a oreja, le dió un abrazo a su madre  y se fue corriendo a su cuarto para, según ella ,escribir en su diario esto tan bonito que le había pasado hoy. Pasadas unas horas, la familia se iba a disponer a comer.
Asi que Marta fue a quitar la torre de cartas de la mesa.
Su sorpresa fue cuando se dió cuenta de que no podia deshacerla para guardar la baraja en su caja, todas las cartas que conformaban la torre estaban pegadas con pegamento. La niña entre sorpresa y agobio al pensar en todo el trabajo que le había debido causar a su madre, fue a la cocina a hablar con ella:
-Mamá, ¿por qué has pegado todas las cartas de la torre con pegamento? Debe de haberte costado mucho trabajo...lo siento.
-Cielo, tener esa torre era tu sueño, no quiero nunca que nadie tire abajo tus sueños, yo nunca permitiría eso.Quiero que tengas esta torre siempre en tu cuarto y que cada vez que la veas pienses, que aunque en la vida haya mucha gente que intente desbaratar tus planes o tus sueños, ya sea por puro odio hacia ti o por una casualidad, sea cual sea la razón por la cual todo se venga abajo, siempre tendrás a alguien que reconstruya tu torre y que la pegue con pegamento, para que la tengas
SIEMPRE CONTIGO.

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