lunes, 9 de noviembre de 2015

Meteorología empática

A esa amiga del alma que siempre hace de las tormentas un pequeño chaparrón.
Siempre unidas en los contra-tiempos.



Hoy está triste y el tiempo la acompaña,
las nubes lloran de su sonrisa la ausencia
con lágrimas que el cristal empañan
y colman el vaso derramando la paciencia.

El viento trae recuerdos que al corazón arañan
y arranca sin permiso lo que tanto quería,
la felicidad se ha escondido tras la niebla que engaña,
y a pesar de todo... Mañana será otro día.

El sol saldrá con ganas
y a ella le cederá un poco.
Por ver su sonrisa digo que no llueve mañana
pero no entiendo del tiempo y quizás me equivoco.

Quizás la lluvia escuece,
quizás el viento quema, 
quizás mañana nos empapamos de problemas
y la nostalgia crece y crece.

Quizás, poco es seguro.
Quizás siga doliendo y sólo vea un muro,
quizás el cristal empañado no le deje ver el futuro
pero no estará sola; lo juro.

Quizás aún mañana el tiempo no vuelva a la calma,
y siga lloviendo y ella llorando, y agua y más agua,
quizás no pueda más y le duela el alma
pero seguiré aquí con ella y llevo paraguas.





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