domingo, 15 de abril de 2012

Esperar hasta que pase la tormenta


Hay momentos,momentos y..momentos. Y a veces la vida decide poner en tu camino una mala racha; un bache que haga replanteartelo todo. 
Este es uno de esos momentos. Ya sabéis, uno de esos que me gustaría parar, dar marcha atrás hasta el instante en el que  empezó y cambiar el rumbo de todo esto.
Es una de esas malas rachas que parece que nunca termina, que se desvanece por instantes pero luego vuelve con más fuerza que nunca para dejarte sin aliento. 
Y es que es uno de esos momentos en los que no sabes que más te podría pasar, y te pasa. 
Y con cada día que pasa vas perdiendo la esperanza de que el día de mañana será mejor. Y se te quitan las ganas de tratar de arreglar las cosas porque sabes que el tiempo decidirá volverlas a desbaratar. Y terminas suspirando como siempre, tratando así de sacar las palabras que duelen dentro.  Todas esas que te callas y sólo sabes tú. 
Y para qué engañarnos, se pasa mal en esas malas rachas. 
Pero dicen que no hay mal que por bien no venga, y cada vez estoy más convencida de que no se equivocan. Porque es en esos momentos en los que te das cuenta de las cosas, de quién vale la pena de verdad en tu vida, de los que siguen ahí a pesar de todo lo malo. Y son esas personas las que consiguen que a veces te olvides de todo y sonrías. Y es por esas personas por las que te sigues durmiendo pensando que el día de mañana será un día mejor y es por ellas que entiendes que no puedes dar marcha atrás a la vida, que a veces solo cabe esperar que los malos momentos pasen lo más rápido posible. 

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